martes, 12 de octubre de 2010

Un foco para El MicroTaller

En El MicroTaller nos hemos encontrado frecuentemente con la necesidad de disponer de una fuente de luz auxiliar. A la hora de fotografiar piezas brillantes, cromadas, etc. resulta útil tener una fuente de luz difusa relativamente grande, pero adaptada al poco espacio disponible.


Por ello hemos improvisado un foco de luz fría, aprovechando cosas que conservamos en los estantes.  En esta ocasión hemos utilizado los siguientes materiales:


  • Caja de cartón grande con tapa.
  • Tubo de cartón rígido de 1,5 m.
  • Bote de plástico con tapa.
  • Lámina de plástico translúcida, del tamaño de la caja.
  • Cartón fino.
  • Papel de aluminio.
  • Portalámparas con tubo y tuerca roscados para su fijación.
  • Bombilla de bajo consumo de 20 W como máximo.
  • Cable, 5 m (adecuado a nuestro espacio de 2x3m).
  • Enchufe macho.

Comenzamos practicando un agujero de diámetro ligeramente inferior al del tubo en la tapa del bote. Después, en la caja grande de zapatos, hicimos otros dos agujeros del mismo tamaño y además otro pequeño para el pasacables, tal como se muestra en el dibujo. Recortamos un rectángulo en la tapa de la caja para usarla a modo de marco. Además preparamos un rectángulo de cartón fino de la misma longitud que la caja, pero más ancho, para formar la parábola del foco. Forramos una cara de este rectángulo con papel de aluminio y le hicimos una entalla para permitir el paso del portalámparas. 
Después, pasamos el tubo por la tapa del bote, lo llenamos de arena, clavamos en ella el tubo hasta el fondo y ajustamos el conjunto cerrando bien la tapa. A continuación hicimos pasar la caja de cartón por el tubo. Como la caja se deslizaba tubo abajo, pusimos una brida de plástico alrededor del tubo, sin apretarla demasiado para poder ajustar la altura del foco. Seguidamente, pusimos la parábola en su posición, dentro de la caja, y la sujetamos con pegamento rápido.

Finalmente atacamos la parte eléctrica pasando el cable por el tubo roscado que sujetamos con su tuerca a la caja. Conectamos el portalámparas y lo enroscamos al tubo. En el otro extremo del cable, pusimos el enchufe macho. Después enroscamos la bombilla, pegamos la lámina de plástico translúcido al interior de la tapa y pusimos ésta en su posición. Deliberadamente no instalamos un interruptor: así desconectaremos el aparato siempre que no se utilice.

De forma sencilla, y en muy poco tiempo, hemos preparado una caja de luz que nos ayudará a mejorar el aspecto de las fotografías de El MicroTaller.

¡Hasta la próxima!


domingo, 3 de octubre de 2010

Becassine, de cerca (I. Manejo y comportamiento)

Durante el tiempo que Becassine lleva con nosotros, hemos tenido oportunidad de dar algún que otro paseo con ella. Estos paseos no han sido todo lo largos y frecuentes que nos hubiese gustado pues vivimos en una zona urbana en la que no resulta conveniente arriesgarse a circular sin papeles. Sin embargo, hemos podido hacernos una buena idea del manejo y comportamiento mecánico de Becassine.

El motor de la VeloSoleX va fijado en la horquilla delantera y puede hacerse bascular ligeramente hacia delante mediante la palanca de elevación (a) solidaria a la culata. De esta forma se materializa la transmisión entre el rodillo de fricción del motor y el neumático delantero.

El motor dispone de tres mandos de control: el estárter, el descompresor y el acelerador. En primer lugar, adosada al carburador, se encuentra la palanquita del estárter (b) que tiene dos posiciones extremas. Poniéndola a la izquierda (arranque en frío), la mezcla se enriquece en gasolina. En segundo lugar, situada en el brazo derecho del manillar, nos encontramos la maneta del descompresor (c); al accionarla se abre una válvula en el cilindro, que facilita tanto el arranque como la parada del motor. Finalmente, la maneta de freno derecha (d) además de accionar el freno delantero, comanda el acelerador, de modo que cuando la presionamos a fondo el motor se mantiene en el mínimo régimen de ralentí y a medida que la soltamos el motor aumenta de régimen, acelerando el vehículo.

De este modo, para arrancar la VeloSoleX
  1. Abatimos el motor sobre el neumático delantero mediante la palanca (a)
  2. Colocamos el estárter (b) en posición de arranque
  3. Apretamos a fondo la maneta del descompresor (c) y comenzamos a pedalear
  4. Cuando el motor trata de arrancar, liberamos la maneta del descompresor (c) y accionamos a voluntad la maneta derecha de acelerador-freno (d).
  5. Luego desplazamos la palanquita del estárter (b) hacia la posición de marcha.
Para detenernos, apretamos la maneta de freno derecha a fondo. Al hacer esto, además de accionar las zapatas del freno, se limita la entrada de mezcla al motor y éste baja a régimen de ralentí. El embrague centrífugo automático se ocupa de desacoplar el cigüeñal y el rodillo de fricción, con lo que la VeloSoleX deja de traccionar, a la vez que el motor se mantiene en funcionamiento.

Para reanudar la marcha liberamos la maneta de freno derecha. Con ello, la gasolina vuelve a fluir en mayor cantidad al motor, haciendo que gire más rápido. Este aumento de las revoluciones, hace que el embrague restablezca el acoplamiento entre cigüeñal y el rodillo de fricción, haciendo que este transmita el movimiento a la rueda delantera.

Para parar el motor, una vez interrumpida la marcha, basta apretar la maneta del descompresor. El motor perderá compresión y se detendrá. A continuación liberamos la maneta del descompresor y levantamos el motor a la posición de estacionamiento.

Pues bien, Becassine arranca con facilidad en un par de pedaladas y posteriormente se mantiene en funcionamiento sin problemas con el estárter en posición de marcha, como tiene que ser. La potencia que desarrolla es pequeña; en las cuestas tenemos que dar pedales, pero a pesar de no tener un desarrollo muy favorable hemos salvado desniveles importantes sin apenas esfuerzo. Como es nuestra primera VeloSoleX, no tenemos demasiado criterio sobre el valor absoluto de la potencia que entrega, pero basándonos en los comentarios de otros usuarios, pensamos que puede ser la correcta.

Sólo hemos observado dos aspectos negativos en la conducción de Becassine. En primer lugar, los frenos de zapata son poco efectivos; es una limitación conocida del modelo 2200, corregida en modelos posteriores en los que uno o ambos frenos son de tambor. Además las gomas de las zapatas están muy endurecidas y no parecen estar perfectamente ajustadas. Otro aspecto negativo es que el motor mantiene un ligero empuje  en ralentí . Esto puede deberse a que el embrague centrífugo esté desajustado y mantenga un ligero acoplamiento a bajas vueltas, o bien a que el ajuste del ralentí sea excesivo.

Como vemos, la parte motor de Becassine cumple en líneas generales con las expectativas; en la segunda entrega de Becassine, de cerca nos centraremos en el estado de conservación de la parte ciclo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Un soporte para Becassine


Uno de los primeros proyectos que hemos abordado en El MicroTaller ha sido la construcción de un caballete para sostener a Becassine durante su restauración.

Aunque existen en el mercado modelos para bicicleta que se adaptan perfectamente a una VeloSoleX, hemos preferido realizar un diseño más acorde a nuestras necesidades, buscando la sencillez de fabricación y el menor costo posible.

El soporte está construido en listón de madera de abeto, formando una columna de sección cuadrada rematada en la parte superior por una cuna en V sobre la que descansará el cuadro tubular de la Becassine. En esta zona del cuadro de la VeloSoleX algunos propietarios instalaban un asa opcional que les permitía  levantarla con comodidad para su transporte o aparcamiento. De esta forma aseguramos que la VeloSoleX permanecerá equilibrada en el soporte.

La orientación de las patas de apoyo asegura la estabilidad del conjunto aun cuando se desmonte el motor y -como consecuencia- el centro de gravedad se desplace hacia atrás. Nótese que la cuna en V tiene la misma inclinación que el cuadro tubular de la VeloSoleX, para que ésta se mantenga perfectamente nivelada.

Finalmente, un orificio pasante y un bulon de madera permiten asegurar la VeloSoleX en el soporte mediante una banda de goma o pulpo elástico.



Las herramientas necesarias en su construcción son:
  • Serrucho
  • Taladrora-Destornillador
  • Sierra circular o broca de 30 mm de diámetro
  • Broca fina de 1 mm para abrir la vía de los tornillos
y se emplean los siguientes materiales:
  • Listón de madera de abeto 55x10x2700 mm
  • Redondo de madera de 30 mm de diámetro y 110 mm de longitud
  • Tornillos para madera, 22 uds. de 3x30 mm
  • Cola de carpintero
  • Papel de lija
Comenzamos serrando el listón de abeto según las piezas y dimensiones indicadas en el plano. Las medidas de los diferentes elementos se han establecido para aprovechar al máximo las dimensiones de la madera. En el caso de que dispongamos de tablas de otras dimensiones podemos adaptar los valores de t y W así como las longitudes de las patas. Todas las rebarbas de sierra o de taladro se corrigen con papel de lija.

Una vez recortadas las piezas, se encolan y se atornillan en las posiciones indicadas en el plano, comenzando por la pieza con cuna en V más larga, que se une a las dos piezas laterales terminadas en cuña. A continuación se unen las patas entre sí, encolando bien el encaje. Estas patas se atornillan y se encolan a las piezas verticales ensambladas en el paso anterior. Posteriormente, la pieza con cuna en V más corta se monta en el conjunto, de nuevo mediante cola y tornillos. Finalmente se practican los taladros que permiten el paso del bulón de madera.

De esta forma hemos completado, por menos de 4 €, un soporte para Becassine que sin duda nos será muy útil en las próximas actividades de El MicroTaller. ¡Hasta pronto!

viernes, 17 de septiembre de 2010

Velosolex 2200

Allá por agosto de 2008, aprovechando unas felices vacaciones en Bretaña (Francia), trajimos para El MicroTaller un bonito ejemplar de VeloSolex. Era una posibilidad que acariciábamos desde años atrás, pero conseguir una VeloSolex a un precio razonable en España no es cosa fácil.

Finalmente, encontramos lo que buscábamos cerca de Le Bassin d'Arcachon: un modelo 2.200 en un estado aceptable, por la módica cantidad de 200 €. Un precio interesante, imposible de encontrar en España. Si viviésemos en Francia, con tiempo para acechar una auténtica ganga podríamos haber bajado el precio,  quizá hasta la mitad, pero para un visitante ocasional del país vecino no es una mala cifra.

La byciclette qui roule toute seule era una bicicleta con un pequeño motor auxiliar de dos tiempos o, simplificando, un ciclomotor. Es un dinosaurio que nació, evolucionó, se expandió y se adaptó a diferentes latitudes. Finalmente, después de haber dominado su tiempo, se extinguió. En realidad, está más emparentada con las actuales bicicletas de pedaleo asistido que con los ciclomotores, pues era posible desplazarse utilizando solamente los pedales y en cambio, el concurso de la fuerza del piloto resultaba inexcusable en las pendientes.

Hay infinidad de cosas que podríamos contar de la VeloSolex, de su historia, impacto y simbolismo en toda una época. También podríamos detallar nuestros planes para Becassine (así hemos bautizado a nuestra Velosolex). Habrá oportunidad para ello en El MicroTaller.