Allá por agosto de 2008, aprovechando unas felices vacaciones en Bretaña (Francia), trajimos para El MicroTaller un bonito ejemplar de VeloSolex. Era una posibilidad que acariciábamos desde años atrás, pero conseguir una VeloSolex a un precio razonable en España no es cosa fácil.
Finalmente, encontramos lo que buscábamos cerca de Le Bassin d'Arcachon: un modelo 2.200 en un estado aceptable, por la módica cantidad de 200 €. Un precio interesante, imposible de encontrar en España. Si viviésemos en Francia, con tiempo para acechar una auténtica ganga podríamos haber bajado el precio, quizá hasta la mitad, pero para un visitante ocasional del país vecino no es una mala cifra.
La byciclette qui roule toute seule era una bicicleta con un pequeño motor auxiliar de dos tiempos o, simplificando, un ciclomotor. Es un dinosaurio que nació, evolucionó, se expandió y se adaptó a diferentes latitudes. Finalmente, después de haber dominado su tiempo, se extinguió. En realidad, está más emparentada con las actuales bicicletas de pedaleo asistido que con los ciclomotores, pues era posible desplazarse utilizando solamente los pedales y en cambio, el concurso de la fuerza del piloto resultaba inexcusable en las pendientes.
Hay infinidad de cosas que podríamos contar de la VeloSolex, de su historia, impacto y simbolismo en toda una época. También podríamos detallar nuestros planes para Becassine (así hemos bautizado a nuestra Velosolex). Habrá oportunidad para ello en El MicroTaller.
No hay comentarios:
Publicar un comentario