Por ello hemos improvisado un foco de luz fría, aprovechando cosas que conservamos en los estantes. En esta ocasión hemos utilizado los siguientes materiales:
- Caja de cartón grande con tapa.
- Tubo de cartón rígido de 1,5 m.
- Bote de plástico con tapa.
- Lámina de plástico translúcida, del tamaño de la caja.
- Cartón fino.
- Papel de aluminio.
- Portalámparas con tubo y tuerca roscados para su fijación.
- Bombilla de bajo consumo de 20 W como máximo.
- Cable, 5 m (adecuado a nuestro espacio de 2x3m).
- Enchufe macho.
Comenzamos practicando un agujero de diámetro ligeramente inferior al del tubo en la tapa del bote. Después, en la caja grande de zapatos, hicimos otros dos agujeros del mismo tamaño y además otro pequeño para el pasacables, tal como se muestra en el dibujo. Recortamos un rectángulo en la tapa de la caja para usarla a modo de marco. Además preparamos un rectángulo de cartón fino de la misma longitud que la caja, pero más ancho, para formar la parábola del foco. Forramos una cara de este rectángulo con papel de aluminio y le hicimos una entalla para permitir el paso del portalámparas.
Finalmente atacamos la parte eléctrica pasando el cable por el tubo roscado que sujetamos con su tuerca a la caja. Conectamos el portalámparas y lo enroscamos al tubo. En el otro extremo del cable, pusimos el enchufe macho. Después enroscamos la bombilla, pegamos la lámina de plástico translúcido al interior de la tapa y pusimos ésta en su posición. Deliberadamente no instalamos un interruptor: así desconectaremos el aparato siempre que no se utilice.
De forma sencilla, y en muy poco tiempo, hemos preparado una caja de luz que nos ayudará a mejorar el aspecto de las fotografías de El MicroTaller.
¡Hasta la próxima!
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