El motor de la VeloSoleX va fijado en la horquilla delantera y puede hacerse bascular ligeramente hacia delante mediante la palanca de elevación (a) solidaria a la culata. De esta forma se materializa la transmisión entre el rodillo de fricción del motor y el neumático delantero.
El motor dispone de tres mandos de control: el estárter, el descompresor y el acelerador. En primer lugar, adosada al carburador, se encuentra la palanquita del estárter (b) que tiene dos posiciones extremas. Poniéndola a la izquierda (arranque en frío), la mezcla se enriquece en gasolina. En segundo lugar, situada en el brazo derecho del manillar, nos encontramos la maneta del descompresor (c); al accionarla se abre una válvula en el cilindro, que facilita tanto el arranque como la parada del motor. Finalmente, la maneta de freno derecha (d) además de accionar el freno delantero, comanda el acelerador, de modo que cuando la presionamos a fondo el motor se mantiene en el mínimo régimen de ralentí y a medida que la soltamos el motor aumenta de régimen, acelerando el vehículo.
- Abatimos el motor sobre el neumático delantero mediante la palanca (a)
- Colocamos el estárter (b) en posición de arranque
- Apretamos a fondo la maneta del descompresor (c) y comenzamos a pedalear
- Cuando el motor trata de arrancar, liberamos la maneta del descompresor (c) y accionamos a voluntad la maneta derecha de acelerador-freno (d).
- Luego desplazamos la palanquita del estárter (b) hacia la posición de marcha.
Para reanudar la marcha liberamos la maneta de freno derecha. Con ello, la gasolina vuelve a fluir en mayor cantidad al motor, haciendo que gire más rápido. Este aumento de las revoluciones, hace que el embrague restablezca el acoplamiento entre cigüeñal y el rodillo de fricción, haciendo que este transmita el movimiento a la rueda delantera.
Para parar el motor, una vez interrumpida la marcha, basta apretar la maneta del descompresor. El motor perderá compresión y se detendrá. A continuación liberamos la maneta del descompresor y levantamos el motor a la posición de estacionamiento.
Sólo hemos observado dos aspectos negativos en la conducción de Becassine. En primer lugar, los frenos de zapata son poco efectivos; es una limitación conocida del modelo 2200, corregida en modelos posteriores en los que uno o ambos frenos son de tambor. Además las gomas de las zapatas están muy endurecidas y no parecen estar perfectamente ajustadas. Otro aspecto negativo es que el motor mantiene un ligero empuje en ralentí . Esto puede deberse a que el embrague centrífugo esté desajustado y mantenga un ligero acoplamiento a bajas vueltas, o bien a que el ajuste del ralentí sea excesivo.
Como vemos, la parte motor de Becassine cumple en líneas generales con las expectativas; en la segunda entrega de Becassine, de cerca nos centraremos en el estado de conservación de la parte ciclo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario